La ficcionalización de los detectives privados

Detectives privados y mitos

Durante una gran parte de la historia del cine y la literatura, gran cantidad de creadores han ido plasmando un prototipo de detective privado concreto: hombre blanco de carácter duro y fumar. Además, era muy común que durante el desarrollo de la trama sufriera situaciones violencia mientras se movía por los barrios más peligrosos. Era muy habitual que contara con un pasado oscuro, normalmente un ex policía obligado a dejar el cuerpo. 

Sin embargo, la profesión de detective privado nada tiene que ver con ese tipo de descripciones. Actualmente el gremio cuenta con gran cantidad de mujeres. Siendo una vocación elegida desde el primer momento y con un grado universitario y estudios de postgrado. El detective real suele frecuentar oficinas y despechos de grandes empresas que necesitan sus servicios, siempre siguiendo la legalidad. 

Las mujeres ya son el 30% de los detectives ejercientes, proceso que va camino de convertirse en el 50%. Los profesionales afirman que la visión femenina puede dar un aporte diferente y sumar mucho. Gracias a su inteligencia emocional se puede acceder a muchas fuentes de información que los hombres podían tener vedadas. Existe la creencia de que transmiten una mayor confianza que los hombres. 

Las características que deben definir a un detective privado son la rapidez, resolución, constancia, intuitivos y tener mucha paciencia porque en ocasiones la profesión puede ser frustrante por no poder tener algunos datos que te ayuden a la resolución del caso. Suele ser un híbrido entre periodista y abogado porque necesita tener cultura e inteligencia en el ámbito de la lengua. 

A la hora de desarrollar su día a día, el detective trabaja tanto en la calle como en el despacho. Por lo que tiene la necesidad de adaptarse a todo tipo de medios. En caso de estar en la calle, la vestimenta tiene que ser adecuada al barrio por lo que suelen tener diferentes mudas en el coche. Pero en algunas ocasiones ni esas previsiones son suficientes, por lo que tienen que improvisar sobre la marcha. 

Ante el desconocimiento sobre la actividad de los detectives llegan muchas personas confundidas que quieren que se investigue cuestiones que son únicamente corresponden a la policía. Todo ello conlleva que en ocasiones incluso lleguen a pedir algunas cosas que están fuera de la ley o que rozan más la ficción que la realidad. 

Aunque cualquier persona puede contratar un detective privado, este no está obligado a aceptar cualquier cualquier encargo si no está acorde al propio código deontológico de la profesión o a los valores éticos. 

Otra de las leyendas que rodean a los detectives privados es que en esta profesión corres el riesgo de tener amenazas o sobornos por parte de los afectados por la investigación. En algunas ocasiones sí que se convierte en real debido a las situaciones en las que te puedes ver implicado en peligros. 

Sin embargo, la verdadera amenaza en el siglo XXI para los profesionales de la seguridad privada es la tecnología. Estamos en un mundo hiperconectado en el que mucha de la información está disponible con un solo clic. Y esto puede hacer que en ocasiones se desconfíe de la profesión. 

Si necesitas un detective privado en Sevilla no dudes en contactar con Zurita Detectives. Servicios especializados con profesionales altamente cualificados en el sector.

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